La energía nos cuesta cada
vez más. De 2008 a 2012, el precio de la electricidad para consumo doméstico ha
subido un 60%. Y todo apunta a que la tendencia se mantendrá. ¿Hay algo que
podamos hacer? ¿Es posible ahorrar energía (y dinero) sin renunciar al confort?
Sí. Pruebe a seguir estos consejos:
1.- Mejore el aislamiento
de la vivienda. La mitad del consumo energético se debe a la calefacción. Si
reforma la vivienda, instale un buen aislamiento en las paredes exteriores (y
en los techos si es la última planta) y sustituya sus ventanas viejas por otras
de vidrio doble bajo emisivo y marcos de PVC. Aunque la inversión sea algo
elevada, la amortizará en pocos años. Le será rentable.
2.- Aísle y selle las
cajas de las persianas introduciendo en su interior láminas finas de corcho,
espuma autoadhesiva, poliespán o cualquier otro material aislante y pegándolas
a las paredes. Evitará la fuga de calor y las infiltraciones de aire frío
directo de la calle (y viceversa en verano). 3.- Selle puertas y ventanas. Localice
las rendijas, que normalmente se encuentran en la parte inferior de la puerta
de entrada y en los contornos de las ventanas, e instale burletes, son tiras de
caucho, espuma o silicona autoadhesivas.
4.- Use equipos de calefacción y refrigeración
eficientes. Si tiene radiadores eléctricos o convectores de resistencia
eléctrica, sustitúyalos por bombas de calor de clase A o superior. Por cada kWh
eléctrico consumido proporcionan 3 o 4 kW/h térmicos. Si cambia de caldera,
hágalo por una de condensación.
5.- Si tiene calefacción
y/o agua caliente central, proponga a la comunidad instalar contadores
individuales o estimadores de costes de consumo. Además de adelantarse a una
medida que será obligatoria en 2016, el hecho de que cada uno pague por lo que
consuma nos hará ser milagrosamente más eficientes. El vecino se lo pensará
bien antes de abrir las ventanas en invierno cuando tenga calor, ya que no será
la comunidad quien lo pague, sino él.
6.- Si no tiene instalados en la casa
termostatos por zonas, ponga llaves termostáticas en los radiadores. Son
económicos y permiten regular la temperatura de cada estancia de forma
automática e independiente, apagando cada radiador cuando se alcance la
temperatura deseada.
7.- Instale termostatos digitales programables por zonas (o llaves termostáticas programables). Así podrá programar temperaturas diferentes según horarios y días, utilizando la energía solo donde y cuando se necesita. Por ejemplo, regulando desconexiones durante la noche o si tiene pensado estar fuera el fin de semana. Además, evitará los consumos por olvidos al apagar manualmente la calefacción.
7.- Instale termostatos digitales programables por zonas (o llaves termostáticas programables). Así podrá programar temperaturas diferentes según horarios y días, utilizando la energía solo donde y cuando se necesita. Por ejemplo, regulando desconexiones durante la noche o si tiene pensado estar fuera el fin de semana. Además, evitará los consumos por olvidos al apagar manualmente la calefacción.
8.- Regule
la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura adecuada. En el hogar,
entre 19 y 21 ºC en invierno y entre 24 y 26 ºC en verano. Tenga en cuenta que
aumentar en un grado la temperatura del termostato en invierno (o reducirla en
un grado en verano) puede incrementar el consumo en torno a un 7%.
9.-
Aproveche al máximo la energía del sol y del ambiente exterior. En verano abra
las ventanas a primera hora de la mañana y a última de la noche para que el
aire exterior refresque la casa y baje las persianas, corra las cortinas o
instale toldos en las ventanas situadas al sur en las horas centrales del día.
En invierno, al contrario.
10.-
Adquiera electrodomésticos de clase A o superior, especialmente en el caso del
frigorífico, que gasta mucho al permanecer conectado las 24 horas. Un ejemplo:
un frigorífico clase A+++ consume en torno a un 70% menos que un modelo de
clase media. 11.- Sustituya las bombillas incandescentes y halógenos por LED. Ahorrará
entre el 80 y el 90% del consumo eléctrico en iluminación. Además, la vida útil
de los LED es muy superior (30 veces más que las primeras y 15 veces más que
las segundas), el encendido es inmediato y suelen estar garantizados.
12.- Compare
las ofertas de las compañías energéticas y contrate la mejor tarifa, al igual
que compara las tarifas para su teléfono móvil. Puede llegar a haber
diferencias notables.
Existen comparadores en Internet que facilitan esta tarea.70% menos consume un frigorífico de clase A+++ que uno de clase media. Es más caro, pero a la larga se ahorra dinero
Existen comparadores en Internet que facilitan esta tarea.70% menos consume un frigorífico de clase A+++ que uno de clase media. Es más caro, pero a la larga se ahorra dinero
13.- Valore
si una tarifa con discriminación horaria le compensa. La respuesta es
afirmativa si más de un 28% de su consumo eléctrico tiene lugar de las 22.00 a
las 12.00 h del día siguiente (23.00 a 13.00 h en horario de invierno). Tenga
en cuenta que puede programar muchas electrodomésticos para que funcionen
durante las horas de tarifa reducida: lavadoras, lavavajillas, etc.
14.- Ajuste
la potencia eléctrica contratada. Redúzcala hasta el valor mínimo necesario,
que puede calcular sumando las potencias de todos los aparatos que tenga
previsto utilizar simultáneamente en el momento de mayor consumo. Cuando
realice ese cálculo, valore si realmente necesita usarlos todos a la vez.
15.- Instale
un equipo sencillo de medida de la demanda eléctrica. Así conocerá su gráfica
de consumo a lo largo del día y verá la potencia eléctrica que necesita.
También se hará una idea del consumo de cada electrodoméstico (y podrá actuar
en consecuencia) y detectará si existen ineficiencias; por ejemplo, consumos
nocturnos debidos a la conexión de aparatos a la red aunque no estén
funcionando.
16.-
Desconecte completamente los equipos que no esté usando. Si no lo hace,
permanecerán en modo de espera (stand-by), pero seguirán consumiendo una
energía que, según la agencia Eurostat, puede llegar al 7% del consumo
eléctrico del hogar.
17.- Instale
energías renovables si puede: solar térmica (para agua caliente, calefacción y
piscinas), solar fotovoltaica (para generación de electricidad), geotérmica
(que aprovecha la temperatura del subsuelo), biomasa, eólica, etc. Requieren
cierta inversión inicial. Consulte a un profesional para que le asesore.
Implementar todas o algunas de estas medidas (muchas de ellas gratuitas o muy
baratas) dará lugar a ahorros en la factura energética de su hogar que podrán
suponer fácilmente un recorte superior al 30%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario